Nos casamos el 19.09.2020. La finca es una preciosidad, nos enamoramos desde el primer momento que la vimos. Es una selva espectacular que está al lado de Chinchón. Nuestros invitados no paran de decirnos que nunca han estado en una boda tan bonita. Los espacios están muy bien pensados para que cada momento sea único. Pero lo que realmente nos ha hecho no hundirnos para celebrar la boda en plena pandemia han sido Belén y Óscar, los encargados de la finca. Tengo varias amigas que han intentado casarse este año, pero les han puesto pegas para todo pese a lo que estamos pasando, y han tenido más problemas. Desde el primer momento, ellos nos han facilitado todo, ofreciéndonos su ayuda y escuchando nuestras peticiones para hacer todo más seguro, y nos han aconsejado muy bien a la hora de decidir lo que queríamos ofrecer a nuestros invitados. El catering también es una pasada, todo estaba riquísimo, aunque nosotros no comimos tanto; los nervios. Me volvería a casar un millón de veces más aquí y no podré dejar de agradecer a todo el equipo que nos ha acompañado durante tantos meses, enseñándonos la finca siempre que hemos querido, con la prueba del menú y, por supuesto, el mismo día, que no tuvimos que preocuparnos por nada y fue el día más feliz de nuestra vida. Mil gracias de nuevo a Belén y Óscar, sois los mejores.
